To book, or not book online; that is the question.

Por Michael Poots

Así como el sufrido Hamlet se preguntaba si es mejor enfrentarse a la tira de  problemas que lo aquejaban, o si eliminar toda su angustia con un suicidio. Sabiendo que nadie volvió de la muerte para contar como le fue; decide no terminar su vida y enfrentarse a la realidad.

Un viajero hoy se enfrenta a la incertidumbre de  que le van a dar una vez que reservó algo.

Le darán lo que le ofrecieron? O habrá algún gato negro encerrado!!!

Bueno, les cuento algunas cosas que yo vi en persona con mis propios ojos, que me dio mamá.

Clientes llegan  en el vuelo de Norwegian (muy bueno por cierto) a London Gatwick a las 04:00am esperando que lo estén esperando con un cartel con su apellido visible. No,  lamentablemente no hay nadie. Así que se pone a llamar con su limitado ingles a una terminal de taxis adormecida donde el que contesta tiene menos ingles que el frustrado y ansioso cliente. Logran establecer que el auto no está en la terminal. Pero que en 15 minutos promete estar. El problema es que el cliente tiene que ir a otro aeropuerto a conectar con otro vuelo LowCost para seguir viaje. Y si no se apura pierde el vuelo.

Interviene Mike, ex Boy Scout de los Navales de Olivos, porque detrás de mí ruda apariencia hay un espíritu sensible al sufrimiento  de otros.

Tomo  el teléfono y repito el pedido aclarando que el conductor no podrá encontrar a los clientes en un área tan grande como una terminal. Que tiene que ir a la mesada de informes donde los estarán esperando. Elemental Watson, no le parece!

No tan simple aparentemente porque varios minutos después mientras termino el café veo un señor con aspecto de conductor y expresión de “MissionImpossible”. Le salgo al paso y le pregunto si es un conductor. Me dice que si. A quien busca le digo, a fulano de tal. Venga conmigo y lo llevo a los  preocupados clientes.
Caso resuelto y antes de alejarme como el llanero solitario me cobro el favor lanzando una advertencia; no hagan más esto de comprar traslados online sin saber a quién le compran. Porque les han mandado un Uber! Esta historia podría haber terminado en una serie de angustiosas consecuencias. Tomar y pagar un taxi carísimo. Perder el vuelo reservado a continuación, y lo más caro; reproches de pareja.

Cuanto se ahorraron comprando online. 30 Libras?  Pero la angustia  y el riesgo de perder el otro vuelo sin devolución?

Otro caso. Cliente compra un tour con  una compañía que le brinda un tour en Español solamente visitando 2 monumentos históricos en el día con tiempo libre en cada uno. Muy contento le  pregunta el guía si el próximo tour es con el también.

No señor dice el guía viendo el boleto de reserva online. Este próximo tour es en dos idiomas y visitan en Agosto  tres monumentos históricos de los cuales 2 tienen largas colas para entrar.

El tiempo libre  y la atención personalizada se fueron por la ventana…
– No lo sabíamos. Al comprar el boleto del tour online no nos explicaban esto, aclara el cliente con cara de afligido. Y claro que no.  No es lo mismo jamón crudo que Mortadela.

A veces uno reserva cosas online y le sale bien. Pero es como jugar a los dardos y la primera da en el centro, no implica que todos los demás intentos van a terminar igual. Esta el demonito del azar en todo esto.

Este es uno de los problemas del online. Todo está en la misma bolsa sin clasificación de una cosa y otra con sus diferencias. Hay que  hacer un trabajo de periodista para encontrar en varias páginas las opiniones valederas que nos dicen que es bueno y que es mediocre.

Otro caso. Clientes llegan al aeropuerto y por supuesto el servicio de recepción no está presente como acordado.

Luego de un rato de verlos preocupados me ofrezco a ayudar. Me muestran un contrato de traslado de  la Terminal 5 al Hotel Sofitel Saint James. Un hotel de 5* que vale por lo menos USD 700 la noche la habitación doble.

Llamo al prestador de servicios de traslado  que me demora 5 minutos en localizar un vehículo y me dice que en 15 minutos estará presente en la  terminal.

Yo me pregunto… Si tienen el presupuesto para comprar un hotel de 5* no pueden acaso entre 5 pasajeros comprar un traslado como la gente? O contactar al hotel Sofitel que les  mande su auto que no va a fallar?

Cual es el chiste. Llegar a  una ciudad capital y arrancar con angustia por no querer contratar un agente de viajes y su asesoramiento?

Otro caso. La gente está contratando tours gratis.  O mejor dicho “a la gorra”. Pero el joven que viene a hacer el trabajo  no tiene ninguna preparación y conocimiento estudiados.

O directamente ni aparece si no hay suficientes clientes reservados.

Así estamos. Viendo que todo lo que brilla en la pantalla no es oro. (Frase de Cervantes plagiada por su admirador Shakespeare)O que las compañías de reservas online no son más que eso. No son compañías ni de transporte o de turismo y no son ni dueñas de algún hotel.  Solo hacen un pase de mano. Eh ahí  donde radica el problema.

Veo en las agencias de viajes cada día más gente consultando con un agente. Una de las agencias de viaje más exitosas de  Inglaterra no venda nada online. Todo por consulta directa con asesoramiento basado en años de experiencia.

Si uno compra un auto y falla. Lo lleva de vuelta a la concesionaria  y con la garantía se lo arreglan o le dan otro. Pero hay una cosa que no podemos tener dos veces. Tiempo.

Un viaje mal armado y angustioso no se puede repetir. No podemos entrar en el túnel del tiempo y volver a repetir la experiencia bien hecha. La vida no se puede rebobinar.

Por eso a la  hora de dejarse seducir por un  actor de televisión que ofrece hoteles  y viajes online; consulten a su agente de viajes. Como todo en la vida los hay buenos y malos. Pero uno se da cuenta cuando están resbalando por el jabonoso poste de la verdad empírica. Una mirada lo dice todo.

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